Si te preguntabas quién está al volante de esta autoescuela, la respuesta es Juan Carlos, director, profe y responsable de convertir a principiantes en conductores seguros. Tiene más experiencia enseñando a conducir que el GPS recalculando rutas. Es un apasionado del motor en todas sus formas, así que si hay algo que se mueva sobre ruedas, él seguramente ya lo ha conducido. Le hemos hecho unas preguntas y lo conocerás mejor.
¿Cómo y por qué decidiste abrir la autoescuela? ¿Siempre fue tu sueño o fue algo que surgió por casualidad?
La verdad es que no era algo que tuviera en mente desde el principio, pero siempre me ha gustado enseñar y conectar con la gente. Surgió cuando trabajaba como profesor en otra autoescuela y me di cuenta de que quería hacer las cosas de otro modo, con un trato más cercano y métodos más acordes a aquello en lo que yo creo como formador. Hoy puedo decir que fue una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida.
¿Qué es lo que más disfrutas de enseñar a conducir?
Lo que más disfruto es ver cómo los alumnos van adquiriendo las habilidades que necesitan. Y, en el caso de los que se enfrentan a alguna dificultad, como cuando tienen miedos o inseguridades, pasan de estar nerviosos a conducir con confianza. Es muy gratificante y es lo que más me gusta hacer: enseñar. En todos estos años de experiencia, es una satisfacción ver cómo nuestros alumnos van consiguiendo objetivos tanto personales como sobre todo laborales, buena parte de ellos pasa por haber conseguido su permiso de conducir.
¿Qué diferencia a nuestra autoescuela? ¿Cuál es el secreto que hace que tantos alumnos confíen en nosotros?
Pues no tenemos más secreto que el trato personalizado. Aquí cada alumno es único, lo conocemos bien y nos adaptamos a sus necesidades. Aprender a conducir debe ser, sí o sí, una experiencia positiva, porque va mejorar sus oportunidades vitales en muchos aspectos, y no debe ser un motivo de estrés. Hay alumnos que, desde la primera clase ves un nivel de habilidad natural . Pero lo más normal del mundo es empezar con dudas e ir construyendo poco a poco la confianza. Y tanto unos como otros me impresionan. Los habilidosos te dejan con la boca abierta, y los que superan sus miedos e inseguridades son super gratificantes, porque los ves conseguir su objetivo con su motivación para formarse bien.
¿Cuál crees que es el mayor miedo de los alumnos al aprender a conducir, y cómo los ayudas a superarlo?
El mayor miedo suele ser cometer errores. Muchos llegan pensando que tienen que ser perfectos desde el principio, y eso les bloquea. Siempre les digo: “Esto es como cuando aprendes a montar en bici: te caerás alguna vez, pero al final, te saldrá natural”. Mi trabajo es darles la confianza que necesitan y las mejores herramientas que van a usar como conductores, para que vean que son totalmente capaces. Aquí todos hemos sido principiantes.
Con tantos avances tecnológicos, ¿cómo ha cambiado la formación en las autoescuelas? ¿Y qué hay de las herramientas digitales?
La tecnología lo ha cambiado todo. Las aplicaciones digitales han facilitado el estudio de la teoría. Ese el el futuro, mejor dicho, es el presente, y el acceso a la preparación teórica ha de ser inmediato y desde cualquier plataforma digital. Por eso en nuestra escuela tenemos la mejor aplicación para que la formación sea completa y accesible. Con ABA Vial Pro, los alumnos pueden preparar la teoría al cien por cien desde cualquier lugar, y tienen el mejor apoyo formativo 24/7. Todo está en el móvil, ordenador o tablet, así que es mucho más eficiente.
¿Cuál ha sido el mayor reto que has enfrentado al frente de la autoescuela, y cómo lo superaste?
Sin ninguna duda, la pandemia. Como el resto de compañeros y amigos, tuvimos que cerrar temporalmente y adaptarnos rápido a la situación cuando salimos del confinamiento. Fueron momentos duros, pero aprendimos mucho y salimos más fuertes. Y ahora seguimos combinando métodos tradicionales y digitales. La formación online nos ha llevado de golpe al futuro de la enseñanza. En nuestra autoescuela creemos en ella cien por cien, y a la vista están los resultados.
¿Qué piensas del futuro de los coches y de la conducción?
Para un apasionado de la tecnología como yo, desde luego esto se pone super interesante. Ya estamos viendo cada vez más coches eléctricos y sistemas de asistencia a la conducción revolucionarios. Los avances de los vehículos autónomos son cada vez más rápidos. Tendremos que estar preparados para esos cambios. La tecnología es nuestra aliada y facilita muchas cuestiones de seguridad, de eficiencia energética, de diagnóstico de sistemas, etc. Pero lo que de verdad importa es formar conductores responsables y seguros.
¿Qué valores intentas transmitir a los alumnos en la autoescuela?
No hay duda: respeto y responsabilidad. Conducir no es mover un coche de un sitio a otro, es formar parte de una comunidad en la carretera. Intento transmitir empatía y la importancia de cuidar de uno mismo y de los demás cuando vas al volante. Y, por supuesto, ser paciente. Los instructores debemos ser pacientes siempre.
¿Qué le dirías a alguien que está pensando en aprender a conducir pero no se atreve a dar el primer paso?
Le diría que el primer paso es el más difícil, pero también el más importante. Aquí en la autoescuela estamos para ayudarte y hacer que el proceso sea lo más fácil y agradable posible. No importa si tienes algún miedo o dudas, todos hemos empezado así. Te sorprenderás de lo que eres capaz de conseguir con una buena formación. Y, por supuesto, ¡que te estamos esperando!
Si tuvieras que dar sólo un consejo para aprobar el examen de conducir a la primera, ¿cuál sería?
Practica y haznos caso a los profesores. Confía en ti y en lo que has aprendido. Si llegas al examen nervioso, que es lo más normal del mundo, recuerda que no te piden ser un piloto de F1, sino alguien que conduce con seguridad. Y, no le des más vueltas, duerme bien la noche antes.