¿Puede cualquier persona con carnet enseñar a conducir? 4 razones por las que no

¿Puede cualquier persona con carnet enseñar a conducir a un novel, como ocurre en países como Estados Unidos? Este es un debate que ha surgido en los últimos tiempos.   A primera vista, podría parecer una idea práctica, incluso económica. Pero cuando profundizamos, nos damos cuenta de que la formación vial es mucho más que […]

¿Puede cualquier persona con carnet enseñar a conducir a un novel, como ocurre en países como Estados Unidos? Este es un debate que ha surgido en los últimos tiempos.

 

A primera vista, podría parecer una idea práctica, incluso económica. Pero cuando profundizamos, nos damos cuenta de que la formación vial es mucho más que saber llevar un coche del punto A al punto B.

En nuestra autoescuela, como en todas las autoescuelas, estamos comprometidos con la seguridad vial, y aunque hay debates en este sentido y muchas cosas están sujetas a evolución, hoy queremos compartir por qué la figura del formador profesional y las autoescuelas siguen siendo fundamentales.

 

Enseñar a conducir es mucho más que transmitir experiencia al volante. Una persona con años de experiencia conduciendo puede tener buenos reflejos y buenos hábitos, pero ¿sabe enseñar realmente? Conducir bien no equivale a saber formar.

 

Un instructor de autoescuela tiene el dominio de la técnica, sí, y además conoce la normativa actualizada: los cambios legales, las nuevas señales, las últimas actualizaciones en seguridad, y así un largo etcétera.

 

 

aprender a conducir
A los Skywalker también les enseñan profesores cualificados a pilotar, y no el tío Owen en los caminos de Tatooine. (Disclaimer: ni Luke ni Chewie son nuestros, ni mucho menos el Halcón Milenario, pero todos somos de la Fuerza).

 

Todo esto va en tiempo real: si la norma sale hoy, hoy mismo se aplicará en tu clase práctica.

Sabe detectar y corregir errores: muchos conductores veteranos tienen vicios al volante que transmitirían sin darse cuenta (mano en la palanca de cambios, codo aireándose en la ventanilla, no mirar los espejos con la frecuencia adecuada, y muchos otros… ¿a que nos suenan?). Y, desde luego, va a generar mayor estrés para quien está aprendiendo; y lo más probable es que tenga que desaprender y volver a empezar.

Aplica metodologías pedagógicas: no es lo mismo decir «frena aquí» que explicar por qué tienes que frenar “aquí” y no “allí”, cómo y en qué situaciones debe hacerse.

Por ejemplo, estamos acostumbrados a escuchar cómo es el sistema en Estados Unidos, donde a un familiar o a cualquier otra persona con carnet le está permitido enseñar a un novato.

 

Pero claro, si vamos a los datos con objetividad, ahí se ve la realidad sin ningún filtro: en ese sistema, los conductores noveles tienen un 30% más de probabilidad de sufrir accidentes en sus primeros años (según la NHTSA). ¿Casualidad? Claro que no. Es falta de formación estructurada.

 

El modelo estadounidense no es, ni de lejos, aplicable a Europa, ni mucho menos a España, que tiene tres veces mayor seguridad vial.

 

 

enseñar a conducir
Donde se aprende bien es en el coche de la autoescuela.

 

¿Seguridad vial o ir aprendiendo sobre la marcha?

 

De vez en cuando escuchamos argumentos del tipo: «A mí me enseñó X y no tuve problemas«. Vale, seguro que te han dado algunos buenos consejos, y con buena intención, no lo dudamos. Pero la seguridad vial no es una lotería.

 

Las autoescuelas garantizamos que:

 

El entorno de prácticas está controlado.  Las primeras prácticas son en zonas de bajo riesgo, con vehículos adaptados con doble mando y espejos adicionales.

 

La progresión es la adecuada. Un profesional dosificará las dificultades (por ejemplo, aprender a estacionar en un sitio tranquilo antes que en hora punta, que ya vendrá después).

 

La prevención de riesgos es efectiva. No se trata de aprobar el examen, que con una buena formación lo harás, sino que tendrás el entrenamiento para evitar accidentes futuros.

 

¿Confiarías tu salud a un médico sin título porque ve un montón de tutoriales en YouTube? Con la conducción pasa igual.

 

¿Por qué en Autoescuela Burgalesa defendemos sin fisuras la formación vial cualificada?

Porque, como es natural, no nos conformamos con que nuestros alumnos aprueben. Como nuestros antiguos alumnos que han pasado por nuestra escuela saben bien, queremos que:

 

✔ Conduzcan con seguridad (para ellos y para los demás).

 

✔ Sean responsables ante los imprevistos que surjan (las condiciones del clima, posibles averías, distracciones…).

 

✔ Entiendan que la conducción es una habilidad técnica y que, a la vez, es profundamente social (respeto al peatón, al ciclista, al resto de conductores).

 

En las autoescuelas, los profesores se están formando continuamente tanto en técnica como en pedagogía. Conocen bien las situaciones reales que, como conductores, nos vamos a encontrar sí o sí.

 

¿No es más barato que me enseñe un familiar o un amigo? Por supuesto que no. Nos reafirmamos: las técnicas erróneas, o la falta de técnica directamente, o los errores mal corregidos llevan a suspensos (y a más gasto). O, peor, a accidentes.

 

«Pero en otros países funciona…» ¿Seguro?

 

Es cierto que en EE.UU. y algunos otros países su normativa permite enseñar sin ser instructor formado en seguridad vial. Pero, ojo, insistimos:

 

Las tasas de accidentes de jóvenes son sustancialmente más altas (Insurance Institute for Highway Safety). No hay, en todo ese aprendizaje, un estándar de calidad. Esto quiere decir que algunos aprenderán bien; otros, con lagunas muy peligrosas,  y otros directamente aprenderán mal.

 

España tiene uno de los sistemas viales más seguros de Europa, y eso es por la formación rigurosa.

 

La conducción responsable empieza en la autoescuela.

 

En las autoescuelas no vendemos carnets, en las autoescuelas formamos conductores seguros. Así que debemos tener presente lo que verdaderamente importa, en 4 razones:

 

1🔹 Enseñar exige cualificación, no buena voluntad.

2🔹 La seguridad vial no es negociable, porque un mal aprendizaje puede costar vidas.

3🔹Un instructor adapta las clases a tu ritmo de aprendizaje: si eres muy hábil lo verá enseguida, y si necesitas trabajo específico irá a por ello sin dudar.

4🔹 El papel del formador es insustituible, por su formación especializada, su experiencia, su pedagogía y su compromiso con los futuros conductores y la seguridad.

 

¿Quieres aprender a conducir? Hazlo con quien sabe enseñar. Ve a la autoescuela.

 

Tu seguridad no es un experimento. Confía en los profesionales. Te esperamos.

 

 

Autoescuela Burgalesa

 

Ir al contenido